La fiambrera

Críticas para guardar en el congelador y meterlas en el frigorífico el día antes de freírlas

28.9.06

¡Hala, triste!



La película más cara del cine español. 24 millones de euros. Un reparto espectacular encabezado por nada menos que Viggo Mortensen. Basada en las cinco novelas del genial personaje creado por Arturo Pérez-Reverte. Banda sonora de ese genio llamado Roque Baños. Había que verla, ¿no?

Pues bien, empezamos mal. Digo que empezamos mal porque mi amigo y yo cogimos la película empezada. Por suerte, no debimos perdernos más que un poco de batalla del principio.

¡Hay que ver cómo cuesta mojarse la parte bajera!


Bien, abordando un poco la película de un modo más "profesional", he de decir que coincido con todo el mundo en que es una barbaridad condensar cinco libros en una sola película. No sé dónde leí que Alatriste podría haber sido la gallina de los huevos de oro del cine español. Un personaje tan atractivo debía haberse aprovechado al máximo, haciendo una película por cada libro. Deberíamos haber exprimido al Capitán hasta habernos hartado de él. ¡Joder, nos habríamos forrado! Puede que este planteamiento sea un poco frío, pero habríamos demostrado que el cine español puede plantarle cara al yanqui y a cualquiera que se nos ponga por delante.

El Séptimo de Caballería en plena ansiedad.



Pues no, amigos, tuvieron que hacer lo fácil (o, en cierto modo, lo difícil, porque no veas lo duro que es adaptar cinco libros para una película). Y entonces nos encontramos con Alatriste, una estupenda película, con una magnífica ambientación, vestuario, maquillaje, fotografía, banda sonora y dirección. Pero falla algo...

Falla el ritmo narrativo. Asistimos a un tropel de escenas que aparecen porque sí, dándote la sensación de que en dos milésimas de segundo han despachado cuatro capítulos de uno de los libros (yo al menos tuve esa sensación, y conste que no me he leído ni un libro del Capitán Alatriste). Dan a menudo por sabidas cosas a personas que no hemos leído los libros y no sabemos qué pasa. Aparecen personajes que esbozan cuatro frasecillas sin dejar que el espectador se sumerja en ellos, sin desarrollarlos. Eso sí, por suerte, los personajes más importantes se desarrollan, así como sus respectivas historias.

Unax Ugalde acababa de despertarse.



Pasemos al amplio elenco. Un gran número de actores españoles conocidos desfilan ante nuestros ojos en los 147 minutos que dura el film. Se me antojó que era algo así como en las películas de Torrente, sólo que los que hacen cameos en Alatriste dicen frases más serias. No pretendo cachondearme de los "cameos" en Alatriste. Sólo es que aparecen actores y actrices famosas con pocas frases, pero me agradó verlos en la película. Es el caso de Pilar López de Ayala, Cristina Marcos y hasta el mismísimo Paco Tous (sí, sí, Paco, el de Los hombres de Paco). Éste último a mí personalmente me provocó gracia, no porque diga cosas que la provoquen, sino porque uno está tan acostumbrado a verlo sólo en Los hombres de Paco haciendo el gamba...

Siguiendo con el elenco, he de decir que Blanca Portillo me parece una actriz fabulosa. Tiene una gracia natural, se sabe desenvolver donde la echen, pero aunque lo intenta, aunque hace lo mejor que puede, el papel de Fray Emilio Bocanegra, presidente del Santo Tribunal de la Inquisición, no le pega en absoluto. Su cara se ve afeminada, así como su voz. En mi opinión, y como otros afirmaron, Fray Emilio Bocanegra debe imponer, dar miedo, y Blanca Portillo, aunque tiene frases de hijo de puta (y perdón por la expresión), sigue conservando un deje de buena persona. Este papel no era para una mujer. No es culpa de Blanca Portillo, sino de quien decidió que ésta interpretara a Bocanegra. Viggo Mortensen realiza un trabajo espectacular (aunque su acento es algo raro, cosa a la que uno se acostumbra enseguida, esa voz ronca le viene perfecta a Alatriste), mostrándonos a un héroe muy extraño. En los 147 minutos que dura la película, vemos a un Alatriste heroico, hijo de puta, buenazo, cariñoso, despectivo e incluso filosófico. Un héroe nada convencional, sin duda.

Elena Anaya y Ariadna Gil acababan de pasar por el plató.



Pero Viggo Mortensen no está solo, sino que puede apoyarse en las magníficas interpretaciones del amplio reparto de Alatriste, en la que encontramos a un fugaz Alex O'Dogherty, un bestia Antonio Dechent, una sensual Ariadna Gil (fabulosa. Debería haber aparecido mucho más, sin duda), una manipuladora Elena Anaya (sensacional. Cuando parecía que no iba a desnudarse, va y se desnuda), un Javier Cámara ávido de poder, un Juan Echanove sufrido por el mal gobierno de España (una de las mejores interpretaciones de la película), un pijo Eduardo Noriega y un liante, caprichoso, pero qué coño, en el fondo buena gente Unax Ugalde. Pero por encima de todos ellos, y del que guardo mejor recuerdo en la interpretación, incluso más que la de Viggo Mortensen, destaca Eduard Fernández interpretando a Copons, fiel amigo y compañero de batalla del Capitán Alatriste. Aquí vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores del cine español actual.

¿Quién cogerá antes la moneda de 50 céntimos que hay en el suelo?



Paco Femenía realiza una fabulosa labor en la fotografía, regalándonos unas imágenes de cuadro. Cabe destacar las escenas interiores de la casa de María de Castro, donde podemos ver imágenes propias de un cuadro de Caravaggio.

Roque Baños nos vuelve a demostrar que es un excelente compositor, regalándonos unas músicas de batalla brillantes y unas melodías intimistas que ponen los pelos de punta. Destaco especialmente la última vez que se ven Diego Alatriste y María de Castro y la segunda música que suena durante la batalla de Rocroi, cuando hacen un descanso, justo antes de que suene La Madrugá. Respecto a La Madrugá, melodía famosa de Semana Santa y compuesta por el coronel Abel Moreno, he de decir que a mí personalmente me chocó un poco al principio, pero que llega un momento, cuando Alatriste y todo el pelotón se disponen a atacar, en que la melodía encaja a la perfección, dotando a la escena de todo el honor y la fuerza que le merece.

En definitiva, Alatriste es una película majestuosa, repleta de grandes y numerosos elementos que la convierten en una gran película. Nos regala grandes reflexiones sobre la guerra y el poder. Ojalá la gente vaya a verla, viéndola como lo que es, una gran película, sin ponerle de antemano la etiqueta de película española, cosa que echa a muchos para atrás. Ojalá el cine español empiece a cambiar de ahora en adelante y mueva las masas que ha movido Alatriste. Ojalá el Capitán Diego Alatriste encabece la marcha del cine español a la victoria. Habrá que echarle valor a la cosa, pero de eso va servido el Capitán Alatriste, porque... No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente.

El Capitán Alatriste es muy español: deja lo que se ha puesto el fin de semana en la silla de su habitación.



Con un teaser trailer como éste...



... y un trailer como éste...



... había que verla, ¿no?